Como fabricante Premium, Mercedes-Benz se esfuerza por desarrollar productos de su segmento de mercado que sean especialmente compatibles con el medio ambiente. Como parte de la visión «Ambition 2039», el objetivo de Mercedes-Benz para sus turismos es ofrecer una gama de automóviles nuevos neutral en emisiones de CO2 dentro de 20 años. Con el Mercedes-Benz EQC 400 4MATIC (consumo de energía, ciclo mixto; 20,8 – 19,7 kWh/100 km; emisiones de CO2 ciclo mixto: 0g/km)[1], la compañía presenta este año el primer vehículo Mercedes-Benz bajo la marca de productos y tecnología EQ. Este modelo acaba de superar con éxito un test ambiental de 360°, cuyos resultados fueron verificados exhaustivamente por TÜV Süd. Este test ambiental mide el balance ecológico del automóvil, examinando su impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida, desde la extracción de materias primas, pasando por la producción y el uso hasta su eventual desecho. El EQC 400 4MATIC se beneficia de un funcionamiento sin emisiones locales y de la alta eficiencia del tren motriz eléctrico. Está claro que el mix de fuentes de energía en el uso operativo del vehículo desempeña un papel decisivo en su balance de CO2 (más detalles sobre este análisis holístico, aquí)
Solo una evaluación del ciclo de vida completo de un vehículo proporciona una imagen realista de su huella de CO2. Mercedes-Benz lleva a cabo regularmente desde 2005 el denominado test ambiental, que tiene en cuenta todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad. Los cálculos que se realizan se basan en un kilometraje de entre 150.000 y 300.000 kilómetros, dependiendo del segmento. En el caso del EQC, es de 200.000 kilómetros. Durante su utilización, dependiendo de su fuente de energía, los vehículos eléctricos pueden compensar las superiores emisiones de CO2 que generan durante su producción. Si se recarga solo con energía procedente de fuentes renovables, las emisiones de CO2 de un eléctrico durante todo su ciclo de vida se reducen hasta en un 70 % en comparación con las de los vehículos con motores de combustión.
Objetivo: huella de CO2 neutral una vez fuera de la fábrica
Bajo las mismas condiciones, se genera más CO2 durante la producción de un vehículo eléctrico que en vehículo convencional, ya que la producción de las celdas de batería, en particular, requiere una gran cantidad de energía. Esto hace que sea aún más importante obtener energía neutra en emisiones de CO2 para la producción en el futuro. Mercedes-Benz ya planea lograr esto a partir de 2022. Esta energía verde procedente los parques eólicos se debe utilizar, por ejemplo, para la producción del EQC en la planta de Mercedes-Benz en Bremen y para la producción de baterías en la fábrica de Deutsche ACCUMOTIVE en Kamenz, Sajonia. En el Customer Centre de Bremen, el EQC también se carga con energía solar antes de la entrega a los clientes que recogen sus vehículos.
A toda velocidad hacia unas emisiones neutras de CO2
Aproximadamente el 51 % de las emisiones de CO2 a lo largo de todo el ciclo de vida de un coche eléctrico se producen durante la fase de producción, principalmente debido a la complejidad de la producción de la batería. El 49 % restante, más o menos, se contabiliza en la fase de utilización, por lo que es decisiva la fuente de la que se obtiene la energía, tanto en la fase de producción como en la de uso.
Mercedes-Benz tiene como objetivo lograr una producción neutra de CO2 en sus plantas europeas a partir de 2022. Durante la fase de operación, el conductor puede incluso influir en el aspecto ecológico del vehículo, dependiendo de la fuente de energía utilizada para la recarga.
En este sentido, Iberdrola y Mercedes-Benz han reforzado su apuesta por la electrificación del transporte, tras la firma de un acuerdo estratégico que permitirá a ambas compañías seguir impulsando el despliegue de la movilidad eléctrica en España. Gracias a este acuerdo se ofrece a los clientes de vehículos eléctricos o híbridos enchufables de Mercedes-Benz la instalación de un punto de recarga en su domicilio o empresa que, además, permite realizar las recargas con energía 100% verde con certificados de garantía de origen renovable (GdOs). El acuerdo también contempla la recarga con energía verde en la red de pública desplegada por Iberdrola.
De esta forma, el balance ecológico y especialmente el balance de CO2 varía al examinar todo el ciclo de vida del Mercedes-Benz EQC con un kilometraje de 200.000 kilómetros. En la actualidad, se emiten 16,4 toneladas de CO2 durante su producción. Si a lo largo de su ciclo de vida sus baterías se cargan con la combinación de fuentes de energía de la UE, esto añade otras 16 toneladas. En total, la cantidad de CO2 emitida es de 32,4 toneladas. Sin embargo, si la energía para la recarga se obtiene de fuentes renovables, solo se generan 0,7 toneladas adicionales de CO2 durante todo el ciclo de vida (producción, consumo de energía en funcionamiento y final de la vida útil). De esta forma, las emisiones totales de CO2 serían de 17,1 toneladas de CO2. Empleando energía limpia para cargar las baterías, la huella de CO2 del EQC se puede reducir a la mitad.
Por otro lado la eficiencia en la producción de energía aumenta al usar fuentes renovables. De esta forma, usando este tipo de fuentes durante la fase de utilización del vehículo se reduce el balance energético general del EQC de 722 a 478 gigajulios, es decir, un ahorro de energía de alrededor del 34 %.
Mercedes-Benz EQC 4MATIC: Inteligencia Eléctrica
El nuevo Mercedes-Benz EQC incorpora en sus genes el principio de «innovación centrada en el ser humano» y hace que la e-movilidad sea simple, fiable y adecuada para el cliente. El consumo de energía y la autonomía de vehículos eléctricos dependen en gran medida del estilo de conducción. El EQC apoya a su conductor con modos de conducción con características diferentes. Lo más destacado del nuevo modo de conducción MAX RANGE es el pedal del acelerador háptico, que ayuda al conductor a conducir de forma económica. El conductor también puede influir en el nivel de recuperación utilizando las levas ubicadas detrás del volante.
Por su parte, el sistema de asistencia ECO Assist apoya integralmente al conductor anticipando las situaciones del tráfico para aumentar la eficiencia en la conducción, tomando datos como la orografía, la cartografía, el estado del tráfico o los límites de velocidad. De esta forma, el sistema indica al conductor cuando es apropiado levantar el pie del acelerador, por ejemplo, porque el vehículo se acerca a un límite de velocidad y circular así por inercia mientras el sistema controla de forma específica la recuperación de energía. Para este propósito también se emplean y procesan los datos de navegación, el reconocimiento de señales de tráfico y la información de los asistentes de seguridad inteligentes (radar y cámara estéreo).
[1] El consumo de energía y la autonomía han sido determinadas en base a la Directiva 692/2008/EC. El consumo de energía y la autonomía dependen de la configuración del vehículo.